30 de septiembre de 2009

Aprobado el milagro atribuido a la intercesión del periodista español Lolo



Marta Lago (Roma)
- 29-09-09 (Cope) - Joven de Acción Católica, escritor y periodista, inválido en silla de ruedas durante más de 28 años; 9 años, al final de su vida, también ciego: la vida y virtudes heroicas de Lolo (como era conocido familiarmente) fueron declaradas tales por Benedicto XVI el 7 de diciembre de 2007. De ese modo le otorgaba el título de «Venerable». En el decreto de tal fecha se decía: “la enfermedad era la causa de su santificación, el sufrimiento era su cátedra”.

Tras esta declaración, la Congregación para las Causas de los Santos ha estudiado una curación como posible milagro atribuido a la intercesión del Venerable Manuel Lozano Garrido. Se trata del caso de un niño de 2 años de edad, enfermo de sarampión. Tanto se agravó su estado que degeneró, en breve, en peritonitis. Fue intervenido, pero a los pocos días la enfermedad evolucionó a peor: íleo paralítico, por lo que precisó una nueva operación para extirparle más de 20 centímetros del mismo, a pesar de su corta edad. La gravedad aumentó hasta producirse cólico fecaloideo. El niño había reducido a la mitad sus 14 kg. de peso, y no respondía a los fortísimos tratamientos antibióticos. Se produjo un ulterior agravamiento con estado de septicemia por pseudomonas, esperándose la muerte inminente. En los momentos de mayor peligro, se colocó el crucifijo de Lolo bajo la almohada del pequeño. Se verificó su curación.

El proceso sobre esta curación se tramitó en 1999-2000, y una vez que fue declarado Venerable el Siervo de Dios (así es la praxis de la Congregación para las Causas de los Santos), a los pocos días (el 17 enero 2008) fue estudiado el caso por los médicos de la Congregación vaticana y un mes después por los padres Teólogos de la misma Congregación. Unos y otros expresaron su voto favorable.

Lolo nació en Linares (España) en 1920 y murió en la misma ciudad el 3 de noviembre de 1971. En su juventud, caracterizada por una alegría juvenil y contagiosa, se inscribió en la Acción Católica (AC), donde fue un miembro activo y un elegido para diversos cargos directivos. Ya entonces comienza en él una piedad eucarística y tierna devoción mariana que le marca hondamente en toda su vida posterior. El lema de la AC (“Piedad, estudio y acción”) lo vivió intensamente.

Todavía muy joven, a los 16 años, durante la persecución religiosa en España, es designado como “tarsicio” para llevar clandestinamente la comunión; él comentará años más tarde esa preciosa y peligrosa misión suya. Por ello fue encarcelado y pasó la noche del Jueves Santo en prisión; sin embargo, tuvo el gozo de estar horas y horas –junto a otros presos- en adoración al Santísimo Sacramento, porque su hermana pequeña, Lucy, se lo pudo hacer llegar oculto en un ramo de flores.

Desde la adolescencia la vocación de Lolo era el periodismo: Con gran ilusión escribirá todavía siendo un joven sano: “Jóvenes de Acción Católica, ¿Qué os parece? ¿No creéis que si cada uno de nosotros tuviéramos un micrófono de Cristo no sería ello el mejor y más valiente de sus adelantados?”.

Y cuando la enfermedad y la invalidez total cambia su vida, desde su sillón de ruedas se convierte en escritor y periodista fecundo: 9 libros y cientos de artículos de prensa, que son para él el cauce de su afán evangelizador. Su casa se convierte en centro de orientación, de alegría y de vocación para muchísimos jóvenes, y en centro de apostolado entre los enfermos: con monasterios de contemplativos y enfermos incurables funda la “Obra pía: SINAÍ”, grupos de oración por la prensa. Sus 28 años de total invalidez tienen su secreto: la honda piedad eucarística y la sencilla devoción mariana.

Enlace de interés: http://www.amigosdelolo.com/


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