La fórmula del autobús itinerante, utilizada para tantas otras manifestaciones culturales, se ha mostrado eficaz para el mutuo reconocimiento interreligioso. Desde hace cuatro años, atraviesa el Hexágono francés, parando en colegios y liceos de más de cuarenta ciudades, durante más de un mes, con una aproximación simbólica a Bélgica e Italia.

Es un auténtico tour, con actividades deportivas, musicales y culturales, organizadas con asociaciones locales, corporaciones públicas y, en lo posible, con las correspondientes comunidades judías y musulmanas. El autobús aporta una modesta exposición itinerante que se actualiza cada año por el Museo de arte e historia del judaísmo, en colaboración con el Instituto del mundo árabe. Ofrece aspectos de los orígenes y ritos comunes de ambas religiones, e informa de las discriminaciones sufridas en algunos lugares del mundo. Las próximas etapas, de octubre a diciembre, pueden verse en la página web http://www.ajmf.org/.

En la inspiración del proyecto está un profesor, Michel Serfaty, rabino de Ris-Orangis (Essonne), que organizó durante muchos años viajes de alumnos de bachillerato à Auschwitz. En 2004, creó “Amistad judeo-musulmana” de Francia, a petición del Consistorio judío de París y del Consejo representativo de las instituciones judías de Francia (Crif), preocupados por el incremento de actos antisemitas de origen arabo-magrebí.

El objetivo del proyecto es favorecer el diálogo entre ambas comunidades, facilitando un mejor conocimiento mutuo, que ayude a superar prejuicios y estereotipos. Esa meta parece especialmente importante en Francia, donde vive la mayor comunidad judía de Europa –en torno a medio millón de personas–, y cuenta con cerca de cinco millones de musulmanes.

Fuente: La Croix
Fecha: 24 Septiembre 2009