(ACEPRENSA) -El diario católico La Croix (18-09-2009) informa del autobús de la amistad judeo-musulmana, que se pondrá en marcha una vez más –empezó en 2005–, a lo largo de las más importantes ciudades francesas. Este año coinciden en el calendario el fin del Ramadán y el comienzo del Año Nuevo hebreo. Esta iniciativa muestra que, frente a tantos estereotipos y no pequeñas dificultades –como las que estos días reaparecen en el diálogo entre palestinos e israelíes–, las convicciones religiosas no tienen por qué ser motivo de enfrentamientos ni menos aún de conflictos bélicos.
La fórmula del autobús itinerante, utilizada para tantas otras manifestaciones culturales, se ha mostrado eficaz para el mutuo reconocimiento interreligioso. Desde hace cuatro años, atraviesa el Hexágono francés, parando en colegios y liceos de más de cuarenta ciudades, durante más de un mes, con una aproximación simbólica a Bélgica e Italia.
Es un auténtico tour, con actividades deportivas, musicales y culturales, organizadas con asociaciones locales, corporaciones públicas y, en lo posible, con las correspondientes comunidades judías y musulmanas. El autobús aporta una modesta exposición itinerante que se actualiza cada año por el Museo de arte e historia del judaísmo, en colaboración con el Instituto del mundo árabe. Ofrece aspectos de los orígenes y ritos comunes de ambas religiones, e informa de las discriminaciones sufridas en algunos lugares del mundo. Las próximas etapas, de octubre a diciembre, pueden verse en la página web http://www.ajmf.org/.
En la inspiración del proyecto está un profesor, Michel Serfaty, rabino de Ris-Orangis (Essonne), que organizó durante muchos años viajes de alumnos de bachillerato à Auschwitz. En 2004, creó “Amistad judeo-musulmana” de Francia, a petición del Consistorio judío de París y del Consejo representativo de las instituciones judías de Francia (Crif), preocupados por el incremento de actos antisemitas de origen arabo-magrebí.
El objetivo del proyecto es favorecer el diálogo entre ambas comunidades, facilitando un mejor conocimiento mutuo, que ayude a superar prejuicios y estereotipos. Esa meta parece especialmente importante en Francia, donde vive la mayor comunidad judía de Europa –en torno a medio millón de personas–, y cuenta con cerca de cinco millones de musulmanes.
Fuente: La Croix
Fecha: 24 Septiembre 2009
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